“Los dos se dijeron: «¿No es verdad que, cuando él nos hablaba en el camino y nos explicaba la Biblia, sentíamos como que un fuego ardía en nuestros corazones?»” San Lucas 24:32
Un atardecer en New Jersey |
No sé si lo experimentó pero lo que los apóstoles nos describen aquí es precisamente lo que sentimos cuando a través de su palabra Dios nos hace entender o dirige nuestros pasos. Arden nuestros corazones y un gozo nos embarga a tal punto que lo único que queremos es compartir su palabra y que aquellos que no lo conocen puedan tener lo que nosotros tenemos.
Sabe? Dios nos puede hablar en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia solo tenemos que estar atentos y deseosos de percibir su voz. Poder ver lo que nos quiere mostrar, oír lo que nos quiere decir, es todo un proceso que nace con el deseo en nuestro corazón de querer ser obedientes, confiar y no desmayar.
Si lee el pasaje completo se dará cuenta que ellos caminaron con Jesús un buen tramo, quizás como usted y yo lo hacemos cuando leemos la Biblia y no nos damos cuenta que es Jesús el que nos está hablando.
Pidámosle a nuestro Señor que nos haga sensibles a su voz, que abra nuestros ojos y oídos espirituales para ver y oír su voluntad en nuestras vidas. Bendecido Miércoles
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