Como era mi padre?


Solemos escribir versos y poemas por el dia del padre, ensalzando a lo buenos, responsables y cariñosos que son algunos de ellos, mientras que quienes no lo son pocas veces son mencionados, por eso le pregunté a algunas cuantas mujeres como era su padre y las respuestas las junte en lo que leerán a continuación:

Me preguntaron cómo es o era tu padre?... y voló mi mente !!

Rebusque en mi memoria tratando de encontrar momentos "inolvidables", y claro recordé muchos cuando fui niña, pero se fueron diluyendo en mi adolescencia y ni hablar de mi juventud... como era mi padre?
Era un excelente padre, cuando niña me cargaba entre sus brazos y me hacía dormir, me levantaba con un beso y me ayudaba a vestirme para ir a la escuela, me llevaba a la escuela y cuando regresaba de su trabajo revisaba mis tareas y amorosamente me ayudaba a corregir lo que había hecho mal. En realidad soy buena imaginando porque a mi padre no lo conocí!.

Cómo era tu Padre?  Mi Padre
Recuerdo haber llorado mucho no solo yo sino mis hermanas también porque solo lo veíamos una o dos veces al mes o quizás más, la verdad es que su presencia era tan corta y su ausencia siempre parecía una eternidad. El trabajaba viajando por el país, al menos eso era lo que nos decía mami para justificar los días que no lo veíamos. Hasta que nos mudamos a la capital, sus viajes disminuyeron pero su ausencia era igual, o tal vez peor, siempre estaba molesto y cuando no lo estaba y era divertido yo tenía miedo de reírme mucho porque sabía que en cualquier momento su carácter cambiaria y pasaría de la alegría al enojo.
Ese era mi padre!, muy ocupado para jugar, demasiado preocupado para escuchar.

Como era tu Padre? 
Mi padre, mi padre también era una persona inteligente y educada, siempre estaba leyendo un libro o el periódico, además siempre tenía respuestas para todas mis dudas, citaba con mucha facilidad a Aristóteles diciendo "El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona", era tan inteligente que no tenía tiempo para distraerse en mi, era pecado dirigirle la palabra si estaba leyendo y si me atrevía a interrumpirlo, podría irme a la cama sin comer, entonces entendí que leer no era bueno, hacía a las personas malas.


Mi padre era muy alegre siempre andaba sonriendo, y hacía chistes de todo y por todo hasta que se le acababa el licor, su alegría siempre estuvo condicionada a cuánto bebía, pero mi padre era mi padre, ideal para los juegos compañero de travesuras sin obligaciones ni responsabilidades, por supuesto el trabajo no era su prioridad. Me enseñó a vivir la vida, a sacar provecho de los demás, a que nadie me falte el respeto y a la vez a irrespetar a todos y no cumplir ninguna regla. La diversión, el juego, el sueño y el licor una tremenda combinación que terminó por alejarnos a mi madre y a mi de su lado. Ahora no se nada de El pero me quedan sus enseñanzas aferradas en mi mente, lucho diariamente para que sus recuerdos no me persigan y sus preferencias y prioridades no marquen mi vida como fue marcada la de El. El licor dejo de ser mi amigo pero aun lucho con la irresponsabilidad, la gran herencia que me dejó mi padre.


Probablemente lo que escucho o acaba de leer es muy similar a su historia y todavía le causa dolor, déjeme decirle que cada experiencia vivida marca nuestra vida para bien o para mal, sin embargo tenemos la opción de sanar esas heridas y que no nos causen más daño o dolor, porque aunque no lo crea nuestro presente puede estar influenciado por nuestro pasado. 

Entregar nuestra vida a Dios sanará cualquier herida de nuestro pasado en la medida que nosotros decidamos soltarlo. Conocer  a Jesús como su Señor y Salvador hará  que vea las cosas diferentes, bajo la perspectiva de Dios. No se aferre a los malos recuerdos mas bien busque conocer a Dios.



2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

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