AUNQUE CONOCIAN A DIOS

Alguien a sido ingrato con usted, o tal vez usted ha sido ingrato con alguien? seguramente su respuesta será un rotundo sí, la verdad es que todos en algún momento somos ingratos y a veces hasta con quienes más queremos.

Sabía usted que el libro más leído y traducido en más idiomas "La Biblia", narra una historia de ingratitud que se repite una y otra vez en nuestros días?, pues sí, déjeme recordarle el texto en Romanos 1:21 dice: Pues aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido.

Asi tal cual sucede en nuestros días con aquellos que confiesan creer en Dios y luego no lo honran como a Dios sino que viven sus vidas como les de la gana siguiendo lo que les dice su corazón, pero luego pregunta Porque Dios no contesta mis oraciones?!!!

Pero hay mas Romanos 1 :22 nos dice: Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

No le parece que es muy parecido a nuestra realidad? hay quienes confían en la "energía de los metales", en la "fuerza de los astros" , en la protección de "los colores" etc, etc diciendo que son sabios en realidad son necios por que niegan el poder de Dios y desvían su fe a cualquier cosa. Este grado de ingratitud lo tienen muchos que confiesan creer en Dios pero a la vez viven pendientes de las cosas que le puedan traer prosperidad, o "suerte", pero sabe? todas estas acciones tienen sus consecuencias así en el pasado como en el presente mire lo que les sucedió en aquellos tiempos y me dirá si no es lo mismo que pasa en la actualidad Romanos 1:24- 25 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

Parece que hablara de nuestros días y lo único que viene a nuestra mente es que su palabra es real y que como dice "para nuestra enseñanza se escribió" por lo tanto debemos aprender y no seguir cometiendo los mismo errores. Seamos sabios y no necios.