Remiendo de paño nuevo


“Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura.”
— ‭‭S. Marcos‬ ‭2:21‬‬

Que interesante texto, es Jesús quien lo dice y lo da en respuesta a unos fariseos es decir a un grupo que era “religioso” que conocía la ley pero no la practicaba tenían mucho conocimiento pero no amaban realmente a Dios.
Este texto como muchos toma como ejemplo hechos de la vida diaria para que los oyentes puedan entender y encontrar el paralelo de la explicación. 
En nuestro grupo hay algunas costureras que darán fe de Lo dicho por Jesús pero que tiene que ver ese ejemplo con nuestra vida en Cristo? Recordemos lo que dice Efesios 4:22-24 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente,  y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Si hemos nacido de nuevo entonces somos nuevas criaturas y nuestra vestimenta es nueva, hablando espiritualmente hemos dejado las cosas que no le agradan a Dios, renovamos nuestra mente sacando nuestra antigua manera de pensar y poniendo la palabra del Señor. Sin embargo podríamos estar poniendo remiendos solamente es decir, decidimos obedecer sólo lo que queremos y a nuestra manera no siguiendo la palabra de Dios. 
Cuidémonos de ser como los fariseos o de ser cristianos a nuestra manera. La única manera de vivir la vida es a la manera de Cristo y siguiendo sus enseñanzas entendiendo su sacrificio que nos libró del pecado y amando a Dios sobre todas las cosas.
No pongamos remiendos en nuestras vidas sino por el contrario, dejemos la mentira, hablemos verdad entre nosotros, podemos Airarnos , pero no pequemos no permanezcamos enojados ni demos lugar al diablo. El que roba, no robe más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Sobretodo Ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los que nos escuchan Y no contristemos al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuimos sellados para el día de la redención.
No pongamos remiendos a nuestras vidas vistamos como hijas de Dios .
Quitemos de nosotras toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes seamos benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Bendecido día
Mariaelena Cruz

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