“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10
Entiendo que ahora más que nunca debo ser consiente de mi enemigo y el propósito que el tiene, y no olvidarme que definitivamente el no quiere lo que Dios quiere para mi “la vida eterna” el intentará por todos los medios de romper mi fe, y comenzara haciéndome dudar en lo que yo creo pero si realmente he puesto mi confianza en Dios estos deben ser los mejores momentos para incrementar mi fe, y aferrarme a sus promesas que son eternas y me darán las fuerzas y la paz que necesito para que cada “noticia” desalentadora no me dañe. En todo momento debo recordar que su palabra es el arma con la que me defiendo en contra de los dardos que pueda mandarme el enemigo y mi fe es el escudo con el que me protejo.
En esta época de pandemia es cuando nuestra fe es probada y habrá quienes sucumbe ante la angustia y la desesperación así como habrá quienes serán fortalecidos al confiar en las promesas de Dios y al final de la prueba recibirán la recompensa. No se usted pero yo quiero estar en el segundo grupo me aferrare a sus promesas de día y de noche en el terror nocturno, aún cuando no pueda ver nada alentador a mi alrededor se que El me sostendrá. No dejare que el enemigo robe mi paz, porque mi paz viene de Dios y el me mantendrá en completa paz porque mis pensamientos perseverarán en El, tampoco dejare que mate mi fe porque mi fe está puesta en la roca inconmovible que es CRISTO, y menos podrá destruirme porque soy hija de Dios y el enemigo NO puede tocarme !
Memoricemos versículos y mantengamos vigilando lo que vemos, lo que escuchamos y lo que decimos! Que tenga un bendecido día!
Es impresionante como Dios fue preparándome para los momentos de angustia que pase, el texto que acaba de leer lo escribí el 7 de octubre del 2020 y en marzo del 2021 cuatro familiares míos en el Peru enfermaron de Covid y a consecuencia de ello mi madre murió el 7 de Marzo y luego de unos días yo fui hospitalizada de emergencia en una sala UCI estuve entubada por dos semanas y aislada por casi un mes, ha sido una prueba muy difícil no solo para mi sino para toda la familia pero puedo decir que mi fe fue incrementada, en todo tiempo vi el obrar de Dios y su misericordia. Dios permitió que pudiera cuidar de mi madre en sus últimos días y ayudar a mi papa y dos de mis hermanas que también se contagiaron, y no solo eso sino que Dios movió los Corazon de cientos de amigos que se mantuvieron orando por mi familia a la vez que envió los recursos económicos para el oxígeno, la medicina y los médicos y enfermeras que le aplicaban los medicamentos. Dios a sido es y seguirá siendo bueno. Quizás el enemigo intento romper mi fe pero Dios me fortaleció
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