“Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo. Así que dejen de decir mentiras. Digamos siempre la verdad a todos porque nosotros somos miembros de un mismo cuerpo.” Efesios 4:21-25
Quitarse y ponerse, sin duda es una acción que nos lleva a algo nuevo, y estos versículos nos guía a tener una vida diferente a la que teníamos antes y la decisión es nuestra, nos quitamos la vieja manera de vivir y nos ponemos la nueva o permanecemos como antes, esto es decisión exclusiva de nosotros, déjeme graficarlo de alguna manera, es cómo cuándo hemos estado acostumbrados a comer con la mano y ensuciándonos todo, y luego aprendemos a comer con cubierto y sin ensuciarnos entonces decidimos seguir usando cubiertos dejando atrás nuestra vieja costumbre. Note que nuestra vieja naturaleza está llena de costumbres y tradiciones que podrían no ser malas, como el ejemplo que les puse sin embargo no son las correctas, porque no están de acuerdo a la voluntad de Dios por eso es que al decidir cambiar nuestra vieja naturaleza debemos hacerlo guiados por la palabra de Dios no solo porque creemos o pensamos que es mejor.
Si lee el capítulo completo de Efesios 4 se dará cuenta de las cosas que pide el Señor que dejemos de nuestra vieja naturaleza, comienza diciendo dejen de decir mentiras, sin duda porque la mentira es como el ticket de pertenecía al diablo, recuerde que el padre de la mentira es satanás y si vivimos diciendo mentiras “blancas” o de cualquier color entonces quién dirigirá nuestros pasos no será Dios. Entonces que debemos hacer? En principio. “Decidir” dejar lo malo y seguir a Dios como dice el pasaje de hoy dejando que El Espíritu de Dios renueve nuestros pensamientos y actitudes a través de la lectura diaria de la Biblia, la reflexión constante de lo que leemos y la práctica diaria de lo que entendemos. Que tenga un bendecido día
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