Orando en medio de las pruebas


Amado Dios, Padre mío, solo porque sé que más adelante viene algo mejor, continúo esforzándome. Nunca me has fallado y siempre lo que ha venido ha sido mejor que lo que paso.
Me fortalece saber que tú vas delante de mí y aunque me falten las fuerza, siento que estas aquí. Aunque no entienda mis actuales circunstancias tu Espíritu me susurra que todo está bien. No hay nada ni nadie que me de la seguridad que me das tu.
No tengo nada más que recordar cada momento de dificultad por los que he pasado y como tu mano se extendió siempre a mi favor, recuerdo cuando de niña un diagnostico de enfermedad al riñón me tuvo en un hospital por varios meses  pero de esa enfermedad no quedo ni rastro, me sacaste de ese momento difícil y no solo eso sino que despertaste en mi el deseo de servir y sin darme cuenta anhele en lo secreto de mi corazón ser enfermera.  Pasaron los años y con ellos vinieron días de alegría y también de necesidad, sin embargo recuerdo esos días y me da gozo en el corazón por  reconocer tu obrar en nuestras vidas, era realmente milagroso ver como en momento donde papá no tenía trabajo  y la despensa estaba vacía, que fuiste tu amado Dios quien nos cuido, a través de un vecino o de amigos proveías para cada necesidad. Recuerdo un momento en especial, en el colegio llevábamos clases de arte y todos tenían colores nuevos que recién habían salido, aquellos que pintaban con agua “Mongol” era la marca, y lamentablemente eran muy caros imposibles de tener. Un día mientras manejaba mi bicicleta pensando en aquellos colores, mientras cruzaba una pampa camino a casa, la llanta de la bicicleta choca con una piedra y al mirar ahí, estaban los 100 soles equivalentes a  cien dólares en la actualidad. No solo proveíste para los colores sino para la comida. Como puedo no estar agradecida si detalles como esos me lo diste tú.
Puede que en estos momentos este preocupada, pero no dudo que tu  sigues  en control y como dice tu palabra “No solo eso sino que también nos gozamos en medio de las tribulaciones sabiendo que la tribulación produce paciencia y la paciencia prueba, y la prueba esperanza y la esperanza no avergüenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por El Espíritu Santo que nos fue dado”. Romanos 5:3-5
Gracias padre mío por tu amor incondicional que cubre multitud de pecados y  que nos fortalece diariamente, gracias por la muerte de nuestro Señor Jesucristo  que nos los libra de todo pecado.
Ayúdanos mi buen Dios y que en medio de nuestra necesidad nunca dudemos de tu poder y majestuosidad, que no desviemos nuestra confianza y pongamos “otras cosas” como intermediarios entre tú y nosotros en lugar de nuestro Señor Jesucristo.  Ten misericordia de quienes abrumados por los problemas depositaron su confianza en el “horóscopo”, “la lectura de las cartas”, o en imágenes de yeso creadas, ten misericordia de nosotros amado Dios y que seamos capaces de reconocer que sin ti no somos nada.
Que en medio de nuestra necesidad te busquemos, confiemos y esperemos en ti porque  tú sigues en control. Te alabamos y te amamos en el nombre de Jesús amen.

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