“Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
— S. Mateo 4:2-4
De seguro alguna vez en nuestras vidas hemos “ayunado” para hacernos un examen médico, para bajar de peso y quizás erróneamente también para que Dios conteste nuestras oraciones y digo erróneamente por que el ayuno bíblico no sirve para conseguir lo que queramos, es más bien un instrumento para mantenernos comunicados con nuestro padre y así conozcamos su voluntad para nuestras vidas, el ayuno no es solo privación de alimento sino también la actitud con que lo hagamos, es además un tiempo para mantenernos meditando en la palabra de Dios.
Note que en el texto de hoy Jesus fue tentado después de que ayuno! Eso nos dice que no debemos descuidarnos en ningún momento porque las tentaciones vendrán a nuestras vidas y el ayuno no es algo que lo puede detener sin embargo si es una herramienta para estar fortalecido e identificar al enemigo y saber que responder y cómo actuar cuando somos tentados como lo hizo Jesús.
Le sugiero lea el pasaje completo y preste atención a la forma como responde Jesús a cada tentación .
No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Por tanto también debemos alimentar el Espíritu leyendo y meditando en la palabra como lo hacía Jesus.
Que tenga un bendecido día
Mariaelena Cruz
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