Reflexion de fin de año

Esta es una reflexión delante de la presencia de mi “Padre” que me permito compartir con ustedes.


Cuan difícil es estar en tu presencia y cuan fácil es también querer estar en tu presencia.

Este es el ultimo día del año y muchos nos ponemos melancólicos añorando lo que no logramos hacer, otros simplemente nos emocionamos pensando que un año nuevo viene y que será mejor, otros tantos reflexionamos en lo que logramos y en lo que nos falta lograr pero todos nos volvemos a fijar metas, algunas alcanzables otras inalcanzables, Y todos anhelamos que lo que venga sea mucho mejor.

Ha pasado un año y creo Padre mío que te he conocido un poco mas, puedo decir que realmente cumples tus promesas, porque te he podido ver en medio de mi necesidad, he sentido tu presencia cada mañana postrada frente a ti, he escuchado tu voz en cada versículo o pasaje bíblico, pero sobre todo he sentido tu amor en cada ataque del enemigo, Padre mío haz sido siempre justo y fiel para perdonarme.

No ha sido fácil estar delante de ti cada mañana pero tampoco ha sido difícil porque tú haz puesto en mí el querer como el hacer, me hiciste comprender Padre mío que tu eres mi alimento diario y que mis huesos son fortalecidos al recibir tu palabra. He recibido tu alimento diario y he visto tu obrar al compartirlo con los demás, grandes y maravillosas son realmente tus obras.

He visto el ataque frontal del enemigo a mi vida pero sin tu palabra no lo hubiera podido reconocer, aprendí que debo ser sobria y velar porque mi adversario el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar, pero que si permanezco en ti y tus palabras permanecen en mi puedo pedir lo que yo quiera y me será hecho.

Tu haz sido fiel, cumpliste los deseos de mi corazón, muchas de mis metas fueron concretadas, porque aprendí que en tus manos esta el alma de todo ser viviente y el halito de todo ser humano y que si mis planes no se alinean con los tuyos siempre tienden al fracaso. Por eso decidí llamar a la sabiduría mi hermana y a la inteligencia tú eres mi sangre.

Mi padre, mi Dios, mi amigo eres el que nunca falla, el que siempre esta ahí para protegerme, cuidarme, ayudarme, proveerme, fortalecerme y hasta hacerme sonreír, por eso una cosa de demandado de ti y esa buscare que este yo en tu casa todos los días de mi vida, porque de noche mi alma te ha deseado y en tanto dure el espíritu dentro de mi madrugare a buscarte.

Gracias Señor por tu incomparable amor, gracias por que a través de Jesús te revelas a mi vida, te alabo y es mi deseo que este próximo año tu espíritu siga creciendo en mi y todo aquel que no te conozca llegue a tus pies, quiero ser el pámpano pegado de la vid verdadera y que tu fluyas en mi, no quiero ser fruto de la higuera, que simula ser fruto pero no lo es.

Ayúdame a discernir entre lo bueno y lo malo, a ver más allá de lo que mis ojos naturales pueden ver, a esforzarme y ser valiente, a encontrar reposo en ti y a no dudar de tus promesas.

Como la luz del nuevo dia alumbra mi vida Señor.

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