“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.” Salmos 27:1-3
Como seres humanos, el temor es activado en nosotros cuando no tenemos seguridad, cuando el peligro nos acecha y suelen venir a nuestra mente pensamientos que nos paralizan de miedo.
El texto de hoy fue escrito por el Rey David quien antes de ser rey pasó situaciones muy difíciles y de todas las libró Jehová. En este Salmo el reconoce que Dios siempre lo ha protegido por tanto no debe temer, y probablemente se decía esto a sí mismo porque estaba sintiendo temor como cualquier ser humano. Como el Rey David, usted y yo hemos sentido temor por alguna situación, y sentimos temor por las cosas que son desconocidas para nosotros pero también al igual que David tenemos la opción de recordar cada momento de nuestras vidas y ver cómo Dios nos libro y nos guardo del mal. Si lo hizo antes lo seguirá haciendo por eso nuestra confianza debe estar puesta en Dios y podremos decir cómo David “Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.”
No es malo sentir temor, lo malo es no saber canalizarlo y dejar que gobierne nuestras vidas. No dejemos que los pensamientos de derrota, incertidumbre, o desgracia sean más fuertes en nuestra mente que la palabra de Dios, Encomendemos a Jehova nuestro camino confiemos en El y El hará. Que tenga un bendecido día.
El texto de hoy fue escrito por el Rey David quien antes de ser rey pasó situaciones muy difíciles y de todas las libró Jehová. En este Salmo el reconoce que Dios siempre lo ha protegido por tanto no debe temer, y probablemente se decía esto a sí mismo porque estaba sintiendo temor como cualquier ser humano. Como el Rey David, usted y yo hemos sentido temor por alguna situación, y sentimos temor por las cosas que son desconocidas para nosotros pero también al igual que David tenemos la opción de recordar cada momento de nuestras vidas y ver cómo Dios nos libro y nos guardo del mal. Si lo hizo antes lo seguirá haciendo por eso nuestra confianza debe estar puesta en Dios y podremos decir cómo David “Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.”
No es malo sentir temor, lo malo es no saber canalizarlo y dejar que gobierne nuestras vidas. No dejemos que los pensamientos de derrota, incertidumbre, o desgracia sean más fuertes en nuestra mente que la palabra de Dios, Encomendemos a Jehova nuestro camino confiemos en El y El hará. Que tenga un bendecido día.