23 Marzo 2012
Hoy es un día realmente especial, varias cosas se darán en forma paralela en mi vida y la de mi familia. Hoy mi hija mayor Maria Fernanda, viaja hacia Alemania y aunque no me siento triste o desesperada siento que estos son sus primeros pasos para construir su propia vida y como quiera me pone algo nostálgica.
Recuerdo cuando el Dr. me dijo que esperaba un bebe y lo felices que nos pusimos mi esposo y yo, la habíamos estado esperando, fueron momentos de mucha alegría y sensaciones nuevas; no era para menos un nuevo ser se formaba dentro de mi, pasaron los meses y llego a este mundo Marife, mi "pollito" como le decimos cariñosamente. Desde ese entonces han pasado casi 18 años, hemos jugado, reído y hasta llorado juntas, aunque ya no es chiquitita sigue siendo Mi Bebe.
Se que Dios la envió a nuestras vidas para darnos felicidad, alegría y gozo, pero también nos dio la responsabilidad de cuidarla, protegerla, quererla y sobretodo que la educáramos en el conocimiento de su palabra. Creo que hemos cumplido nuestra parte, talvez con algunos errores, pero hicimos lo mejor que pudimos.
Cuando Marife tenia 4 años nosotros conocimos del Señor y desde ese entonces ella fue instruida en su palabra. Uno de los versículos que me ayudo a reconocer mi principal rol para con ella fue, Deuteronomio 6:6 Estas palabras que yo te mando estarán en tu corazón. Las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas sentado en casa o andando por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Para poner en practica este versículo fue primero necesario que yo entendiera y comprendiera claramente la palabra de Dios y dejara que él obrara en mi vida.
Otro versículo que Dios me dio para tener una buena relación con mi hija ha sido Colosenses 3:21 Padres, no irritéis a vuestros hijos, para que no se desanimen. Cuantas veces la irrite antes de leer este versículo, creo que hasta la lastime, pero gracias a Dios y su palabra que comprendí que no era necesario gritarle tanto, sino entender su punto de vista, sin que eso signifique perder mi autoridad como madre.
Marife no nos ha dado mayores problemas es una "niña"- perdón, todavía para mi lo es- joven inteligente, estudiosa, cariñosa, sensible y estamos muy orgullozos de ella, es juguetona y pocas veces hemos tenido que usar la vara como dice Proverbios 29:15 La vara y la corrección dan sabiduría, pero el muchacho dejado por su cuenta avergüenza a su madre.17 Corrige a tu hijo, y te dará reposo; él dará satisfacciones a tu alma. Este último versículos se cumple en nuestras vidas ella nos ha dado grandes satisfacciones y se que todavía nos dará más.
Al verla tan grande y linda no dejo de agradecerle a Dios por haber permitido que sea nuestra hija, hoy la bendigo en el nombre de Jesús y le pido a Dios que siga siendo lumbrera a su camino, que su lampara no se apague y que use en todo momento la armadura de Dios para enfrentar los momentos malos, que la palabra sea su alimento diario, que tenga bendición hasta que sobreabunde, pero que por sobretodas las cosas ame al Señor su Dios con todo su corazon, con toda su alma y con toda su mente, y que sus generaciones sean Benditas en el Nombre del Señor.
Te amo mi Bebe.
Recuerdo cuando el Dr. me dijo que esperaba un bebe y lo felices que nos pusimos mi esposo y yo, la habíamos estado esperando, fueron momentos de mucha alegría y sensaciones nuevas; no era para menos un nuevo ser se formaba dentro de mi, pasaron los meses y llego a este mundo Marife, mi "pollito" como le decimos cariñosamente. Desde ese entonces han pasado casi 18 años, hemos jugado, reído y hasta llorado juntas, aunque ya no es chiquitita sigue siendo Mi Bebe.
Se que Dios la envió a nuestras vidas para darnos felicidad, alegría y gozo, pero también nos dio la responsabilidad de cuidarla, protegerla, quererla y sobretodo que la educáramos en el conocimiento de su palabra. Creo que hemos cumplido nuestra parte, talvez con algunos errores, pero hicimos lo mejor que pudimos.
Cuando Marife tenia 4 años nosotros conocimos del Señor y desde ese entonces ella fue instruida en su palabra. Uno de los versículos que me ayudo a reconocer mi principal rol para con ella fue, Deuteronomio 6:6 Estas palabras que yo te mando estarán en tu corazón. Las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas sentado en casa o andando por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Para poner en practica este versículo fue primero necesario que yo entendiera y comprendiera claramente la palabra de Dios y dejara que él obrara en mi vida.
Otro versículo que Dios me dio para tener una buena relación con mi hija ha sido Colosenses 3:21 Padres, no irritéis a vuestros hijos, para que no se desanimen. Cuantas veces la irrite antes de leer este versículo, creo que hasta la lastime, pero gracias a Dios y su palabra que comprendí que no era necesario gritarle tanto, sino entender su punto de vista, sin que eso signifique perder mi autoridad como madre.
Marife no nos ha dado mayores problemas es una "niña"- perdón, todavía para mi lo es- joven inteligente, estudiosa, cariñosa, sensible y estamos muy orgullozos de ella, es juguetona y pocas veces hemos tenido que usar la vara como dice Proverbios 29:15 La vara y la corrección dan sabiduría, pero el muchacho dejado por su cuenta avergüenza a su madre.17 Corrige a tu hijo, y te dará reposo; él dará satisfacciones a tu alma. Este último versículos se cumple en nuestras vidas ella nos ha dado grandes satisfacciones y se que todavía nos dará más.
Al verla tan grande y linda no dejo de agradecerle a Dios por haber permitido que sea nuestra hija, hoy la bendigo en el nombre de Jesús y le pido a Dios que siga siendo lumbrera a su camino, que su lampara no se apague y que use en todo momento la armadura de Dios para enfrentar los momentos malos, que la palabra sea su alimento diario, que tenga bendición hasta que sobreabunde, pero que por sobretodas las cosas ame al Señor su Dios con todo su corazon, con toda su alma y con toda su mente, y que sus generaciones sean Benditas en el Nombre del Señor.
Te amo mi Bebe.
